En esencia, la cultura de DevOps implica una colaboración más estrecha y una responsabilidad compartida entre los equipos de desarrollo y operaciones en cuanto a los productos que crean y mantienen. Esto ayuda a las empresas a coordinar a las personas, los procesos y las herramientas hacia un enfoque en el cliente más unificado.
En el centro de la cultura de DevOps se encuentra el aumento de la transparencia, la comunicación y la colaboración entre equipos que tradicionalmente trabajaban aislados. Pero hay cambios culturales importantes que deben producirse para acercar a estos equipos. DevOps es un cambio de la cultura organizativa que hace hincapié en el aprendizaje y la mejora continuos, especialmente a través de la autonomía del equipo, el feedback rápido, el alto grado de empatía y confianza y la colaboración entre equipos.